MUSEO CULTURA COTZUMALGUAPA

Sitio Arqueológico Bilbao

MONUMENTOS EN CONSERVACIÓN

Altar de sacrificios

En una parte del Museo se encuentra un graderío, que consta de 3 gradas y 2 pasa manos en forma de colmillos (1 a cada lado). Originalmente se encontraron 5 gradas y 3 colmillos a cada lado, esto simbolizaba la entrada a la boca de un animal que puede ser un cocodrilo. Al interior de dicha boca, se encuentran 3 monumentos. Comenzamos de izquierda a derecha; La vida, el altar de sacrificios y la muerte.

Muchas personas no creen que en aquel tiempo hubiera sacrificios humanos; sin embargo, justo detrás del altar de sacrificios, se encuentra el monumento No.1, donde se observa el sacrificio humano. (Mi abuelo logró conseguirlo al comunicarse de alguna manera con los del museo de Berlín)

Los colmillos que se ven allí junto con las gradas, especifican la entrada a la boca del jaguar, donde luego se hacía el sacrificio. En el altar puedes ver (en el calco largo) se ve el Dios de la Muerte. 

El escalón del dios de la muerte

Éste escalón daba acceso a una de las grandes puertas con forma de fauces, formada por los monumentos 84ª y b. Representa el torso del Dios de la muerte, que parece emerger desde el suelo, acompañado por dos corrientes o llamaradas ondulantes, que se curvan sobre sí mismas. En la boca del dios crecen plantas florecientes. Este monumento parece establecer una asociación del Dios de la Muerte con la tierra y el crecimiento vegetal.

La vida y la muerte

Expresar la dualidad de la oposición y complementación entre la vida y la muerte. El tema es frecuente en el arte mesoamericano, donde se presenta a veces bajo la forma de un rostro dividido en dos mitades, una cadavérica y la otra viva. En estos paneles, el rostro del Dios de la Muerte se contrapone con el de un personaje viviente. Ambos llevan el tocado de tablero con borla, que los marca como seres de la misma clase, posiblemente la de los reyes.

Monumento 33 y 55

En la última edición del billete de 50 Quetzales, en la parte posterior, aparecen detallados los Monumentos 33 y 55 ubicados en el lado izquierdo del billete.

Monumento 29

Relieve con el rostro de “El Dios de la Muerte” 8

Monumento 17: Un Monumento perdido en el Mar

El 17 de febrero de 1886, el barco de vapor "Menes" estaba anclado frente al puerto de San José. Sus oficiales supervisaban la tediosa maniobra de cargar sacos de café que llegaban en lanchas desde el muelle hasta el barco. Esta vez, sobre los sacos de café venía una carga más interesante: la llamada "piedra del águila", el monumento 17 Bilbao. El barco habría de transportarlo hasta Alemania, donde enriquecería la colección del Museo Etnológico de Berlín. El director del museo, el etnógrafo Adolf Bastian, había solicitado repetidas veces el envío de este monumento para completar la serie de esculturas de la Plaza Monumental. Soplaba un fuerte viendo del sudoeste. Una gruesa marejada sacudió el barco justo en el momento que la piedra era izada de la lancha, con lo que ésta se separó del barco. La red que la sujetaba se rompió, y la piedra cayó al mar, a una profundidad de 60 pies. En los meses siguientes, el embajador alemán en Guatemala, que había organizado el envió de la escultura, exploró la posibilidad de recuperarla con la ayuda de un buzo profesional, pero cejó ante el alto costo y la incertidumbre de encontrarla. La gran escultura permanece allí hasta el día de hoy.

Solo llego a su destino la punta del ala del ave, que había sido cortada para aligerar el peso de la piedra. El relieve que tanto atrajo la atención de Bastian se conoce solamente a través de dibujos anteriores al occidente. Quedó en Bilbao el monumento 16, otro relieve más pequeño, pareja del anterior. Ambos representan grandes aves, probablemente reyes zopes en vuelo, con discos flameantes al cuello, que sugieren una asociación solar. De sus picos cuelgan torsos humanos, víctimas de sacrificio que las aves transportan al paraíso solar.

Armas

Dentro del Museo hay un mostrador en el que se encuentran armas de diferente tipo, sobresaliendo las armas hechas de Obsidiana, el cual es un cristal volcánicoque cuando es utilizado como arma llegaa ser letal. Esto se debe a que la Obsidiana cuando choca con algo sólido como un hueso, se rompe en cristales microscópicos que son capaces de introducirsedentro del torrente sanguíneo; los cuales cortan por dentro venas y arterias formando coágulos, esta acción provoca la muerte de la presa. Se encuentran armas, tales como: cuchillos, puntas de flecha, puntas de lanza y pequeñas lancetas.

Monumento 21

El Monumento 21 de Bilbao, Cotzumalguapa, presenta uno de los relieves más grandes y complejos en el arte mesoamericano. Dicho monumento pesa apróx. 80 toneladas.

La interpretación que ofrece el monumento es sobre la escena que representa un baile sacrificial, del cual se evoca el Mundo Florido, un lugar de abundancia y arte, documentando reiteradamente en los mitos mesoamericanos.

También se identifica la iconografía de los instrumentos sonoros y las representaciones del baile y el canto en esta y otras esculturas de Cotzumalguapa. El Arqueólogo Oswaldo Chinchilla realizó un estudio completo de este Monumento. 

Documentos Importantes

Dentro de la Vitrina No. 1 se encuentran los dos tomos escritos por Lee Parsons de “Bilbao, Guatemala” y el libro de Wellington Amaya.

En la última vitrina del Museo se encuentra la “Orden del POP” que fue otorgada a Don José Ricardo Muñoz Gálvez, en el año 1,999. Dicha orden fue creada en 1,998 por el museo POPOL VUH, consiste en una condecoración destinada a honrar los méritos de personas que han contribuido a la conservación, investigación o difusión del Patrimonio Cultural de Mesoamérica.

Esta condecoración simbólica fue concebida con la idea de reconocer y promover los esfuerzos de individuos que dedican su tiempo y energía para este propósito, sea como profesionales Loo aficionados. La orden del POP consiste en un Diploma y un Broche de oro con el símbolo POP, emblema del Museo POPOL VUH. Se confiere anualmente, en ocasión del Simposio sobre investigaciones arqueológicas en Guatemala. Don Ricardo fue la segunda persona condecorada con este galardón.

Monumento 21

El Monumento 21 de Bilbao, Cotzumalguapa, presenta uno de los relieves más grandes y complejos en el arte mesoamericano. Dicho monumento pesa apróx. 80 toneladas.

La interpretación que ofrece el monumento es sobre la escena que representa un baile sacrificial, del cual se evoca el Mundo Florido, un lugar de abundancia y arte, documentando reiteradamente en los mitos mesoamericanos.

También se identifica la iconografía de los instrumentos sonoros y las representaciones del baile y el canto en esta y otras esculturas de Cotzumalguapa. El Arqueólogo Oswaldo Chinchilla realizó un estudio completo de este Monumento.

El Monumento es uno de los ejemplos más elaborados del arte escultórico de Cotzumalguapa. Está labrado en la superficie superior de una enorme roca sin modificaciones, que forma un plano inclinado de 4.02 x 3.38 metros. Esta debió tener un significado importante desde tiempos ancestrales, pues alrededor de ella se construyó la acrópolis de Bilbao, que es uno de los principales conjuntos arquitectónicos de la ciudad clásica de Cotzumalguapa.

Antes de la breve explicación sobre el Monumento 21, hablemos un poco de historia sobre la Cultura Cotzumalguapa.

La presencia humana en Bilbao se remonta hasta el período Preclásico Medio y se intensificó durante el Preclásico Tardío. De acuerdo con Lee A. Parsons, supuso que la gran roca fue labrada antes las construcciones del Período Clásico, pero una revisión cronológica arquitectónica de Cotzumalguapa hace pensar que fue labrado durante el Clásico Tardío (entre los años 650-950 d.C.).

Esta época fue del máximo crecimiento de Cotzumalguapa. La ciudad extendía un área aproximada 10 kilómetros cuadrados y contaba con un sistema de calzadas y puentes que comunicaban con los principales conjuntos arquitectónicos y zonas peri- féricas de la ciudad. 

Tres personajes interactúan en medio de un vergel, lleno de plantas cargadas de flores, frutas y joyas pobladas con aves de plumas preciosas, entre las que se reconocen seis quetzales.

El primero es un músico de extraño rostro que golpea un tambor, usando un fémur humano como baqueta, al tiempo que manipula una marioneta. Al ritmo del instrumento, baila y canta el personaje central, un hombre de gran estatura y aspecto dignificativp. Su canto se materializa bajo la forma de un gran enredadera, que sale de su boca y de la boca del Dios de la Muerte, que está grabado en su pecho. Las enredaderas crecen para llenar toda la escena y en ellas germinar flores, frutas, joyas y objetos tales como un cuchillo de doble hoja.

Al tiempo que baila y canta, el personaje central cosecha las frutas con un gran cuchillo. La mayoría de frutas tiene rostro humano y entre ellas destaca el cacao. En el arte de Cotzumalguapa, las frutas con rostro humano se sustituyen con cabezas humas y el acto de la cosecha equivale a la decapitación. Por tanto, la escena representa un baile sacrifical. El personaje central corta las frutas y las entrega a una anciana que está sentada en un trono. A su vez, ella los deposita en un gran saco que se abre a sus pies. Por su posición en el trono, cabe suponer que es ella quien preside la escena, o que es ella quien se dedica la cosecha, es decir, el sacrificio.

Esta compleja representación puede interpretarse en términos de un tema mitológico presente en toda Mesoamérica: el mundo florido, un lugar paradisíaco, usualmente relacionado con la morada de los dioses y el mundo de los espíritus. La creencia en el mundo florido se ha documentado en muchas regiones de Mesoamérica, bajo diversos nombres y con variaciones propias de cada lugar y época. Se han identificado representaciones del tema en el arte de Teotihuacán y las tierras bajas mayas.

El monumento 21 presenta una versión que debió ser propia de Cotzumalguapa, en la que el canto y el baile sirven como medio para evocar el mundo florido. Por comparación con las creencias documentadas en otras regiones, las aves de plumas preciosas pueden representar los espíritus de los muertos, en particular, los de los guerreros o los reyes muertos. Estas creencias debieron ser parte fundamental de la religión de Cotzumalguapa.

Stephan de Borhegyi hizo un documento que llamó: “The oldest dolls of America” en el cual define al títere que se encuentra en este Monumento, como una de las primeras muñecas de América, fechada aproximadamente en 400 años después de Cristo. Don Ricardo hizo 2 réplicas y 1 calco completo. Su hijo Carlos Muñoz hizo el primer Calco de la muñeca con pelo largo, descubriendo de esta manera, que la muñeca era mujer.